InicioCulturaMANUEL ERNESTO RIVAS. EL DEMIURGO QUE SE HIZO ASÍ MISMO

MANUEL ERNESTO RIVAS. EL DEMIURGO QUE SE HIZO ASÍ MISMO

Publicado el

por Daniel Posse. 

Poeta, escritor, periodista, editor, desde esos lugares, nos aventuramos a mostrar su universo múltiple y a la vez simple

El aparato celular suena de forma repetida. La mañana se ilumina de un sol nítido, el invierno porteño, busca su eco de nostalgia. Del otro lado Manuel responde, de estudio a estudio. Buenos Aires se hace eco en Las Talitas, o Las Talitas en Flores Sur. Las preguntas fluyen.

D.P. —Si hoy pudieras definirte ¿Cómo lo harías?¿Quién es Manuel Ernesto Rivas? 

M.E.R. —Soy un soñador que trabaja a diario para que esos sueños se hagan realidad. Siempre fue así. Hasta cuando me hacían falta cosas materiales esenciales tenía un gran capital en sueños. En ese plano onírico di forma a muchos de los logros que alcancé en mi vida, no solo profesionales o laborales sino también aquellos que multiplican mis ganas de vivir esta existencia a pleno. Muchos creen que soy un tipo severo, pero es porque no me conocen en profundidad. Soy la persona más comprensiva que conozco y hasta puedo llegar a ser divertido. Quienes comparten momentos de cercanía pueden dar fe de ello.

D.P. —En ese camino, en ese tránsito, por el que caminaste¿Cómo fue el proceso, donde descubriste que la escritura era tu territorio?

M.E.R. —En la escuela me destacaba en la escritura de redacciones o composiciones, como les llamaban nuestras maestras de la primaria. Un día compuse una canción para el Día del Maestro y la cantamos con mis hermanos y unos compañeros que eran más que eso, verdaderos amigos. Pero creo que el dolor del desamor me permitió escribir un poema con todos los condimentos, que titulé “Todos los domingos”. Con él obtuve un premio en un concurso de la Sociedad Sarmiento. Allí caí en cuenta de la magia que ocurre cuando uno escribe con el corazón. La confirmación de ese territorio de escritura fue, sin dudas, la publicación del libro de cuentos “Los Guantes Amarillos”.

D.P. —En esos inicios ¿cómo articulaste la docencia con tu trabajo de periodista?

M.E.R. —Dividía el día en dos: una parte se la daba a la escuela y la otra se la dedicaba al viejo y querido diario Siglo XXI, en donde me enamoré perdidamente de esa profesión, al punto que por muchos años dejé de lado la literatura para tratar de formarme como un muy buen periodista. Los saberes educativos y periodísticos se complementaban y cimentaron mi crecimiento.

D.P. —¿Cómo fue tu trabajo en el Siglo XXI y en El Tribuno de Tucumán? Me gustaría que lo definas entre el trabajo y los aprendizajes

M.E.R. —Siglo XXI fue mi casa. Un lugar en el que me podía pasar todo el día sin que me pesara. Un sitio en el que hallé amigos para toda la vida y en el que realicé los aprendizajes más significativos. Era un campo de entrenamiento extremo, del que salías con la habilidad de solucionar cada problema que se presentara. Tuve maestros y guías como don Julio Aldonate, Luis Peña, Orestes Arlati, Eduardo Komaid, Tomás Luciani, Luis Monti, y tantos otros que nos transmitían sus experiencias casi sin saberlo. Cuando se fueron los García Hamilton, decidí irme. Se había acabado todo aquello con lo que me encontré a mi llegada a la vieja casona de la calle Monteagudo al 300. El Tribuno de Tucumán fue otra etapa, la de ser jefe. No fue muy placentero para mí ese rol. Cambiaría muchas cosas, pero me dejó un aprendizaje que me sirve hasta el presente. Por ejemplo, desarrollé suplementos especiales y columnas muy exitosas.

D.P. —¿Cómo nace Diario Cuarto Poder de Tucumán y por qué?

M.E.R —Diario Cuarto Poder nació a partir del cansancio que tenía con respecto a El Tribuno de Tucumán, en donde nos debían sueldos y el trabajo se precarizaba a cada minuto. Habíamos tenido tiempos buenos con los Romero, pero cuando se vendió al Grupo AMFIN la cosa fue decayendo dramáticamente. Decidí decir basta y animarme a mi propio emprendimiento. Me puse en contacto con dos jóvenes ingenieros en sistemas que me diseñaron la página y un grupo de amigos decidió acompañarme en esta aventura que comenzó oficialmente el 18 de marzo de 2016, cuando subimos la primera nota. El nombre me lo dio, casi veinte años antes, una compañera de la Escuela Técnica de Lastenia, Silvia Pérez, quien al enterarse de mi profesión de periodista me dijo: “vos sos el Cuarto Poder”. Le respondí que no era para tanto. Cuándo pensaba cómo bautizar a mi diario me acordé de ella y cómo me saludaba todos los días por tantos años: “Buenos días cuarto poder”. Hasta que al último me decía: “¿Cómo estás cuartito?”. Cuando se enteró del nombre de mi diario, ya jubilada y con una enfermedad terminal, nos comunicamos y me preguntó si se lo había puesto por ella. Le respondí que sí y se puso muy contenta. Que Dios la tenga en la gloria.

D.P. —¿Crees que hay en la profesión de periodista una cuota de heroísmo, de complicidad o servilidad y rebeldía?¿Por qué?

M.E.R. —Hay una cuota de todo eso que dices. Un día, en un panel de periodistas y ante quinientos alumnos de escuelas secundarias, les sugerí a los jóvenes que siempre sean críticos con lo que leen o ven en los medios de comunicación, porque son empresas cuyos propietarios tienen sus intereses. Por supuesto que el resto de los colegas que estaban en la mesa me miraban con ojos asesinos, pero no les podía mentir a los chicos. Se necesita fortalecer el espíritu crítico. A mí me retuercen las tripas esos periodistas a los que les falta decir en una entrevista: “¿Qué tiene para agregar ídolo?” Lamentablemente hay muchos. Cuando el entrevistado afirma: “¡Qué interesante pregunta!”, seguramente le hicieron la pregunta más chupa media posible.

D.P. —Volvamos a Diario Cuarto Poder ¿Cómo interactuaste entre los prejuicios y el ninguneo, cuando definían a tu Diario como un pasquín?

M.E.R —Para mí se transformó en un modo de medición de la producción periodística. Vale decir, mientras más decían que éramos un “pasquín”, más sabíamos que estábamos entrando en un punto picante de la investigación. Lo mejor de ese período es que los mismos que nos llamaban peyorativamente de ese modo, nos daban músculo y visibilidad, hasta en medios nacionales. A todos ellos:¡Gracias Totales!

D.P. —¿En qué momento decidís que tu Diario se convierta en una suerte de puerta y de centro de difusión cultural y por qué?

M.E.R. —La pandemia de Covid-19 fue un momento de inflexión. Me pregunté qué harían los escritores y los lectores, aislados por el encierro impuesto por las autoridades. Se me ocurrió construir un puente invisible entre ellos y armé una sección que se llamó “Escritores contra la pandemia”, en donde los escritores podían enviar sus poemas y cuentos, además de una foto y una mini biografía. De ese modo, los lectores podrían conocerlos y de paso evadirse del horror que estaba ocurriendo a escala mundial. Eso tuvo mucho éxito con la participación de autores nacionales e internacionales. Al final de la pandemia decidimos cambiar el nombre por “Letras de Fuego”. Ya venía charlando mucho con un hermano de la vida, Luciano Núñez, quien me aconsejó crear una sección literaria fuerte con nombre propio. Él es mi compadre y tiene una página web llamada Grupo Pirámide, en Cancún. Su sección literaria se llama “Vértice”. Básicamente hacemos lo mismo, él en México y yo en Argentina. Ambos hermanados por el amor a la literatura.

D.P. —Hablemos de tu lado como escritor¿En qué momento nació en vos la inquietud por la escritura ficcional?¿Cómo fue ese inicio y proceso?

M.E.R. —Como te conté, escribí en mi adolescencia y después me aboqué más a lo periodístico. Mis escritos no los daba a conocer. La invitación a una reunión del Espacio de Epicuro me valió otra invitación, la de participar en el Taller Repentista, de la escritora bonaerense Inés Cortón, una verdadera hacedora de escritores y de ahí al Mundial de Escritura, en donde comparto equipo con catorce autores de distintos puntos del país. Allí conocí a seres maravillosos, todos con el virus literario en las venas, y escribimos una importante cantidad de cuentos.

D.P. —¿Cómo fue ese proceso de escritura de tu primer libro “Los Guantes Amarillos” y la edición y presentación del mismo?

M.E.R. —La pandemia me permitió escribir muchísimo, porque necesitaba imperiosamente no pensar en el escenario de muerte que se presentaba a mi alrededor. Antes, había terminado de escribir una novela en homenaje a mi madre, la que aún permanece inédita en lo escrito, pero que ya ha grabado el Maestro Julio Lazarte, con todo su talento. Escribí en ese período muchos cuentos y de allí surgió la idea de publicarlos como un homenaje a mi padre, porque el cuento que le da nombre al libro, “Los Guantes Amarillos”, es una manera de celebrar a mi padre en la eternidad, porque le gustaba mucho el boxeo. En coincidencia con ello, conocí a la gran poeta tucumana María Belén Aguirre, quien me apoyó mucho; a mi prologuista, la escritora Nancy Olivera, una maravillosa y talentosa persona; y al editor de La Papa, Pablo Donzelli, quien me dio la oportunidad sin conocerme. Tuvo el respeto de escucharme y decirme que iba a leer el archivo. Después me dijo que no le había descubierto el final a ninguno de los cuentos y que lo publicaría. Ya con el libro publicado, en la Feria del Libro de Buenos Aires se le ocurrió a María Belén que hiciéramos una performance con las vendas y los guantes de boxeo. Fue un éxito. Tanto que, en el Mayo de las Letras de ese año, ingresé a la carpa de presentación vestido de boxeador. Había gente afuera porque se ocuparon todas las sillas y el público comenzó a gritar como si se tratara de una pelea de boxeo. Fue impactante porque la pantalla gigante pasaba un video realizado por un talentoso, Andrés Kischner, y mi ingreso fue con “Tanguera”, de la banda de sonido de la película “Gatica, el Mono”.

D.P. —Entre “Los Guantes Amarillos” y tus libros siguientes, “La fuente de Medusa” y “La abominación de los espejos”,¿Cómo fue el camino, los paradigmas y las paradojas?¿Hubo cambios esenciales entre uno y el otro?

M.E.R. —Hubo una clara evolución y un despegue de mi visión periodística a una más literaria. Para mí, el mejor libro tiene que ser el siguiente. Si eso no se da, no estoy honrando el oficio de escritor. Los cuentos de “La Abominación de los Espejos” están más logrados, pero cada libro tiene una personalidad, pese a la diversidad de temáticas que me gusta abordar. Estoy muy metido en la narrativa al punto que ya tengo dos libros inéditos de cuentos y escribo en paralelo dos novelas, una de ellas es policial. 

D.P. —Como escritor de ficción¿Para quién crees que escribís y por qué?

M.E.R —Cuando me siento ante la hoja en blanco no pienso en el lector. Trato de enfocarme en narrar una historia bien lograda, que puede llegar a interesar, entretener, reflexionar o simplemente pasar el momento de una espera o llenar un espacio de ocio. Sin embargo, me ha pasado que el público adolescente se interesa por mis cuentos. Pienso que puede tener relación con mi labor docente en escuelas secundarias por dos décadas. Un día, un matrimonio de escritores amigos, nada menos que Carlos Artayer y Susana Lares, me llamaron para decirme que estaban en la cama leyendo “Los Guantes Amarillos” y disfrutando de cada uno de esos cuentos. Ese es el mayor premio para alguien que se dedica a la escritura. Al menos así lo siento.

D.P. —¿En qué momento decidiste ser editor y cómo y por qué nació tu editorial “Letras De Fuego”

M.E.R. —Tiene relación con un error en el título de un libro mío. El verdadero responsable no dio la cara y me tenía a las vueltas con la reedición, en la que le pedía que cambiáramos la tapa. Finalmente se publicó, pero renegué tanto que no quise darle “La Fuente de Medusa”, que ya estaba listo. Me dije: “voy a poner mi propia editorial”. El nombre ya lo teníamos de la sección literaria del diario. Así nació Letras de Fuego Ediciones, que inició con la publicación de tres libros en simultáneo: “A flor de piel”, un poemario de Romi Carrizo; “Treinta poemas para ser leídos a bordo de la Estación Espacial Internacional”, de Marx Bauzá, y “La Fuente de Medusa”, mi segundo libro de cuentos. Pero ojo, no tengo rencor por nadie, al contrario, tengo un agradecimiento eterno, porque siempre digo que “por algo pasan las cosas”.

D.P. —¿Cómo fue crecer con tu editorial pensando en los límites que te impone la crisis y un continente chico y mezquino?

M.E.R. —Fuimos aprendiendo en el camino. Los límites solo están en la mente. Si te liberas de ese pensamiento obstaculizador, todo fluye. Para empezar, en nuestro país vivimos una constante crisis. Son escasos los tiempos de bonanza. Me gustaría que las editoriales independientes dejen de ver a los demás como competidores y vean que hay espacio para todos, además lograr una unidad que nos permita peticionar ante las autoridades o instituciones culturales con más fuerza, a fin de conseguir los espacios de difusión que necesitan aquellos que se dedican a la escritura que, en definitiva, son nuestros clientes y también colegas, porque la mayoría de los que estamos en el rol de editores, hemos publicado algunos libros. 

D.P. —¿Cómo manejas o administras tu ego y cuando te enfrentas con el ego de otros, sobre todo con los escritores y editores?

M.E.R. —No lo veo al ego como algo negativo. Pienso que cada persona que crea, de algún modo tiene un ego al que debe alimentar. Lo malo es cuando el ego se sale de sus límites naturales. Un gran gestor cultural del NOA, el salteño Eduardo Ceballos, me contó una anécdota que viene al caso. Había gestado un homenaje a escritores de su provincia en el Congreso de la Nación y uno de ellos, no vamos a decir el nombre, le dijo a Ceballos que no podía dormir pensando en el Nobel de Literatura. Ahí está el peligro de sobrealimentar la mirada sobre sí mismo, libre de autocrítica, que es muy necesaria. Un día en un cementerio vi una lápida que decía: “Ingeniero Fulano de Tal”, y me dije: “¿para qué le sirve el título en el más allá, si aquí en este campo santo todos fueron igualados por la muerte?” En mi caso, lo tomo con humor y digo: “a mí nadie me ata los zapatos.¿Sabes por qué? Porque siempre uso mocasines” (risas).

D.P. —¿Cuántos libros lleva publicados Letras de Fuego y que proyectos nuevos tiene?

 M.E.R. —Llevamos dieciocho títulos en dos años de existencia. En estos momentos estamos esperando de imprenta el poemario “Hasta partir el alma”, de Magui Montero, una escritora y amiga santiagueña a quien admiro y respeto. Y tenemos proyectos de grandes autores como Stella Bernasconi, Lucía Carmona, Cielo Alcaide, Segundo Orlando Díaz, Julio Molina, y tantos otros escritores que sienten la necesidad de sumarse a la familia de Letras de Fuego Ediciones, porque saben que nosotros cuidamos de sus carreras y potenciamos la difusión a través de Diario Cuarto Poder y nuestro Canal de YouTube, en donde existe un ciclo de entrevistas intimistas llamado “Escritores Argentinos”.

D.P. —¿Cómo te sentís y te sentiste ante los prejuicios y los preconceptos de una industria editorial tucumana, llena de un elitismo ciego e inconexo?

M.E.R. —Justamente, nos falta unión y conocernos un poco más, porque entre todos podemos lograr muchas más cosas, no solo en lo individual, porque cada uno atiende a un público específico, sino también en lo colectivo. Debemos generar lazos en la provincia y en la región, porque tenemos muchos aspectos en común, más de los que pudieran dividirnos o alejarnos. En mi caso, no les pregunto a los escritores que entrevisto de qué editorial son. Lo importante es que la cultura circule, los libros circulen y que mejor que sean de editoriales independientes.

D.P. —Hablemos de tu último libro donde incursionas en la poesía.¿“Mujer Universo” fue una proclama esperada?¿Cómo fue ese proceso de escritura?

M.E.R. —Todo proceso de escritura tiene algo especial, pero cuando se trata de poesía, es un camino mágico el que se transita. La idea era homenajear a la mujer en su concepto absoluto y sus distintas manifestaciones. Para mí, la reivindicación de la mujer es una materia pendiente de esa sucesión de sociedades que, a lo largo del tiempo, trató de borrar de la historia a las grandes mujeres que gestaron cambios y beneficios para toda la humanidad. Escribirlo fue como ser el escriba del dictado sublime de una musa invisible pero omnipresente. Muchos se ríen del concepto de musa, pero yo lo tomo muy en serio. Uno de los lujos que me di fue tener de prologuista al gran poeta santiagueño Alfonso Nassif, con quien me une una especial y particular amistad, en donde las cargadas típicas entre tucumanos y santiagueños no están ausentes. Además, el libro tiene una parte de homenajes que no solo abarcan a las mujeres sino a personalidades, personas y seres a quienes quiero y a otros, que se fueron de este mundo, pero se quedaron en mí. El poema que le da título al libro lo dice todo. Te lo comparto:

MUJER UNIVERSO

Mujer

es la metáfora de la vida,

la semilla del origen

germinando en el sol.

Mujer

es la libertad sin cadenas,

la sensibilidad al poder,

que todo lo transforma.

Mujer

es el todo que yo completo,

el universo del que soy sistema,

y el planeta en el que orbito.

Mujer

es la síntesis del amor,

la lluvia de estrellas fugaces

y un millón de mágicos deseos.

Mujer

nunca más, manzana ni serpiente,

ni la ínfima costilla del hombre,

lo digo de rodillas ante tu altar.

MANUEL ERNESTO RIVAS

D.P. —¿Vos crees que en tu escritura la pulsión del amor te empuja?

M.E.R —En todo lo que hacemos debería estar el amor, la empatía, la comprensión, la solidaridad, la generosidad y la amistad. Si están esos elementos en el proceso creativo, el resultado siempre será conmovedor, nos interpelará como seres llamados a evolucionar. El amor es un combustible indispensable para esa maquinaria perfecta que es el corazón, que nos da la vida y nos permite emular la magia del Universo en páginas blancas fecundadas por nuestras palabras.¿A dónde llegará el mensaje? Es como arrojar un poema en una botella a los profundos ojos de la mujer enamorada. 

D.P. —Si tuvieras que nombrar a escritores tucumanos que te deslumbran por su talento e inteligencia quienes serían y por qué?

M.E.R. —Me pones en un lío tremendo en caso de olvidar a algunos de ellos. Seguramente me olvidaré de alguien y más que nada por el cierre de edición, que en periodismo le pone punto final a cualquier corrección y es más perentorio que en las letras. Comenzaré por el menos pensado, Gustavo Díaz Arias. No solo porque es un gran amigo, sino porque es inspiradora su amistad. Tiene un sinnúmero de libros inéditos y el día que comience a publicar sorprenderá a más de uno con su talento como narrador. Sergio Lizárraga, porque es un poeta de tremenda capacidad metafórica, simbólica y fuerza emotiva. La poesía no es para improvisados; Lunela es otra de las grandes poetas que ha dado Tucumán y que también ha incursionado con su poesía en letras de canciones, por la propia musicalidad que ello entraña. Luciano Núñez, hermano de la vida, periodista y escritor radicado en México, al cual admiro por su creatividad, su capacidad para alternar entre la poesía y la narrativa y lo atrapante de sus creaciones. En lo personal, lo acompañé en el proceso de escritura de su novela “Magníficens”. También es un ser luminoso e inspirador; Segundo Orlando Díaz, porque ha demostrado siempre que los sueños y las ganas de crecer pueden más que cualquier obstáculo. Siendo autodidacta ha publicado libros que han dejado una huella en mí como lector, tanto de poesía como de narrativa; María Julia Lisi, por el complejo efecto de la simplicidad hecha escritura, algo muy difícil de lograr; María Belén Aguirre, por el estremecimiento que siento al leer su poesía y adentrarme en su interior solo acompañado por una vela encendida; Fabián Soberón, por esa combinación, entre cinematográfica y narrativa que permite encapsular, enmascarar y modelar una narrativa con sello personal; María Cristina Guerrero, por esos cuentos tan cotidianos pero que desnudan la médula de la humanidad que nunca debemos abandonar, porque de lo contrario seríamos animales; Daniel Edgardo Posse, por ser un narrador excepcional, un magnífico poeta y un gestor cultural con mayúsculas. Todos esos roles en una persona son complicados de encontrar y él los resume en sí mismo. Perdón que esté hablando de mi propio entrevistador, pero hágase cargo de la pregunta (risas). No quiero olvidarme de un poeta popular como Juan Robledo que, a pesar de haber nacido en Salta, lo secuestramos hace tiempo los tucumanos. Es maravilloso lo que escribe. Me gustaría solo un toque de optimismo, pero es admirado y admirable lo que hace. No quiero dejar de mencionar a los escritores Federico Soler, Felipe Quiroga, Romi Carrizo y tantos otros que hacen honor a ese oficio específico de las letras. 

Si me permites, no quisiera dejar de lado a los escritores de la región: Alfonso Nassif, Stella Bernasconi, Magui Montero, Susana Lares, Cielo Alcaide, Elsa Danna, Estela Albarracín, Stella Incola, Melcy Ocampo, Santiago Taboada, Nancy Giménez, Víctor Hugo Ledesma, Hugo Orlando Ramírez, Alicia Fernández, Delia Navarrete, y tantos otros amigos de Santiago del Estero; Francisco Romano, Nancy Olivera e Isabel Zelaya, de Jujuy; Eduardo Ceballos, Eduardo Medina, Norma Lozano, Leopoldo “Teuco” Castilla, Susana Rozar, Mauro Martina, Ricardo Nallar y tantos otros amigos de Salta; Héctor David Gatica, Lucía Carmona, Gladys Abilar, Gabriel David Gatica, Marisa Espejo y Pablo Gatica, entre otros autores de La Rioja; Hilda García, Enrique Traverso y Pablo Félix Jiménez, entre otros escritores de Catamarca.

Tampoco hay que dejar de lado a los grandes gestores culturales de la región y el país, como el Maestro Julio Lazarte, que en la Sala homónima tiene un ciclo único en el mundo, en donde se realizan recitales poético musicales que hasta las casas de altos estudios envidian; a Eduardo Ceballos, con su emblemática Revista La Gauchita; a los amigos de Summa Colectivo Cultural, de Santiago del Estero, encabezados por Cielo Alcaide y Susana Lares; a la Fundación SUMA, de Monteros, representados por Mirta Cuarterón y Sebasthián de León y a instituciones históricas como la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) en sus filiales de Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Catamarca, con la labor que desempeñan sus respectivos presidentes Alejandra Burzac Sáenz, Eduardo Medina, Héctor Paz e Hilda García. 

Seguramente de algunos me olvidé, que sepan disculpar mi romance con el alemán (risas). 

D.P. —¿Cuáles serían para vos los pecados capitales de los escritores y periodistas tucumanos y cuáles las virtudes?

M.E.R. —Las virtudes cada uno las cultiva como puede, lidiando con las imperfecciones y la fragilidad del ser humano, pero considero que el error más importante es pensar que somos inmortales y que no estaremos nunca, como las fichas de ajedrez, en la misma caja cuando se termine el juego.

 

24 COMENTARIOS

  1. Daniel y Manuel, amigos que tanto quiero. Por ello y porque se lo merecen los alabaré un poco. Para mí, ambos son seres generosos y dotados de inmensa e insuperable creatividad. Entrevistador y entrevistado, dos caras de una literatura de excelencia.

  2. Esta entrevista nos muestra el derrotero y el tezón del entrevistado, una persona generosa y dedicada a su quehacer cultural y a sus polifacéticos dones. Felicitaciones a Manuel y a Daniel.

  3. El entrevistado…un tesoro de Cultura yy experiencias. El entrevistador otro. De no serlo, el resultado no podría haber sido así…de tan alto vuelo

  4. Muchas gracias a Fuga de Noticias y en especial a ese amigo, colega y gran difusor de la cultura como lo es Daniel E Posse. Felicitaciones por tu incansable labor.

  5. Hermosa entrevista. Muy rica en contenido. Felicitaciones para ambos. Éxitos y también para todos los escritores ahí mencionados.
    Un abrazo Dany querido. Nos vemos pronto.

  6. Hermosa nota, donde se conjuga la armonía de entrevistador y entrevistado, pues ambos dan lo mejor de sí para lograr un diálogo excelente y apreciar tanto las atinadas preguntas como las respuestas sencillas pero contundentes, de quien ha hecho un camino esforzado y laborioso. Sin embargo, Manuel no se queda con todo lo obtenido en su trayectoria y guarda un espacio para nombrar a escritores y poetas de Tucumán y la región. Eso pone en manifiesto la naturaleza de su personalidad así como a Daniel por lo acertado de las preguntas que nos permite reconocer la capacidad ambos.
    Un afectuoso saludo y mis felicitaciones.

  7. Hermosa nota, donde se conjuga la armonía de entrevistador y entrevistado, pues ambos dan lo mejor de sí para lograr un diálogo excelente y apreciar tanto las atinadas preguntas como las respuestas sencillas pero contundentes, de quien ha hecho un camino esforzado y laborioso. Sin embargo, Manuel no se queda con todo lo obtenido en su trayectoria y guarda un espacio para nombrar a escritores y poetas de Tucumán y la región. Eso pone en manifiesto la naturaleza de su personalidad así como a Daniel por lo acertado de la entrevista y nos permite reconocer la capacidad ambos.
    Un afectuoso saludo y mis felicitaciones.

  8. Una entrevista memorable a un grande entre los grandes … satisfacción extrema leerla una y otra vez.
    Saludos cariñosos para mi querido Daniel Posse

  9. QUERIDOS AMIGOS: MANUEL Y DANIEL, FUE UN PLACER LEER ESTA EXTENSA ENTREVISTA, QUEDÉ CON GANAS DE SEGUIR CONOCIENDO EL UNIVERSO RIVAS Y QUÉ DECIR DE LOS GRANDES AUTORES QUE HA CITADO. COMO DICE EL PERIODISTA MANUEL: GUSTAVO DÍAZ ARIAS ES UN ESCRITOR QUE VALE LA PENA LEER.
    PROF. MIGUEL FIGUEROA

  10. En el andar se hace el camino. Lo que es cierto, es que juntos somos más y tanto Daniel como Manuel conjugan un espacio que desborda de avidez en calidad literaria en un ámbito saturado de especies.
    Maravillosa nota.

  11. Muy buena entrevista.
    Muy interesante el derrotero periodístico, literario del entrevistado. También sus aportes y aprendizajes con su Editorial.
    Felicitaciones a ambos por la capacidad de trabajo en el campo de las Letras y de la cultura.

  12. Es una entrevista fascinante que revela la rica y multifacética personalidad de Manuel Ernesto Rivas. Su pasión por la escritura, el periodismo y la cultura se transmite con claridad. La entrevista está bien estructurada, fluye naturalmente y ofrece una visión íntima y profunda de la vida y obra de Rivas. Es una lectura inspiradora para cualquier persona que aspire a perseguir sus sueños con perseverancia y dedicación.

  13. Hermosa nota!!! Creo que toda circunstancia nos permite crecer y está nota refleja todo eso.Creo que el esfuerzo y el superar obstáculos hace que resurja las virtudes que están ocultas por así decirlo.Felicitaciones a Manuel por todo lo que ha logrado tanto como docente y escritor sinceramente es una inspiración para las generaciones de hoy en día y felicitaciones a vos Daniel por esta hermosa nota ya que logras sacar la riqueza que hay en las personas que entrevistas.

  14. Qué delicia de nota! Desde la introducción, que es realmente una pintura descrita y las preguntas acertadas, hasta las respuestas tan cuidadas y con detalles que invitan a sentarse y escuchar al entrevistador y el entrevistado. Maravilloso encuentro!

  15. Qué delicia de nota! Desde la introducción, que es realmente una pintura descrita y las preguntas acertadas, hasta las respuestas tan cuidadas y con detalles que invitan a sentarse y escuchar al entrevistador y el entrevistado. Maravilloso encuentro!

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