por Ingrid Lausberg.

El derecho se presenta como neutral. No lo es. Y cuando se vuelve escenario de injusticias, no puede llamarse derecho. Este libro nace de una urgencia y de una certeza. La urgencia: alzar la voz contra un sistema jurídico que todavía hoy falla en su promesa de amparo, especialmente para las mujeres y los niños. La certeza: es posible otro derecho, es posible otra justicia.

La verdad saliendo del pozo es un grito que atraviesa las páginas y la historia. Una crítica radical al sistema jurídico contemporáneo que, lejos de actuar como garante de los derechos humanos, muchas veces perpetúa desigualdades, legitima violencias y oculta detrás de su formalismo una profunda indiferencia hacia los cuerpos vulnerables.

El libro desarma una a una las capas que envuelven ese discurso jurídico que pretende objetividad, para mostrar cómo el derecho ha sido —y sigue siendo— un dispositivo al servicio del patriarcado. No por defecto técnico, sino por estructura simbólica y cultural.

Aquí no encontrarán un tratado académico frío, ni una enumeración de reformas legales. Lo que encontrarán es una reflexión que parte de la experiencia directa, de la voz de miles de mujeres y niños que han sido traicionados por el sistema judicial. Y también una propuesta: pensar el derecho como un campo de disputa ética, política y profundamente humana.

A través de siete capítulos que recorren temas como maternidad impuesta, derechos reproductivos, violencia de género, poder, cultura, justicia con perspectiva de género y caminos hacia la igualdad, el libro ofrece una mirada crítica y transformadora. Se sostiene en las voces de pensadoras como Simone de Beauvoir, Judith Butler, Nancy Fraser, Martha Nussbaum, Rita Segato, y en el análisis de fallos, tratados internacionales y legislación comparada.

Cada tema es una herida abierta que el derecho ha contribuido a infligir: la maternidad como mandato, la criminalización del aborto, la banalización de la violencia de género, la ausencia de mujeres en el poder judicial, los estereotipos culturales que siguen justificando la desigualdad.

Pero también es un libro de esperanza. Porque en el derecho también habitan las grietas por donde puede filtrarse la transformación. Y esas grietas se abren cuando se incorpora la perspectiva de género, cuando se escucha a las víctimas, cuando se cuestionan los rituales vacíos de la justicia y se vuelve a poner en el centro la dignidad humana.

¿Quién controla el poder judicial? ¿Quién define qué vidas merecen ser protegidas? ¿Hasta cuándo seguiremos llamando justicia a un sistema que excluye a los más vulnerables? Son las preguntas que atraviesan este libro. Y son preguntas que debemos responder colectivamente.

La verdad saliendo del pozo no es un cierre, es un punto de partida. Un llamado a la acción, a la reflexión crítica, a imaginar —y construir— un derecho que no sea un teatro de apariencia, sino un espacio real de protección y de reparación.

Pronto en librerías. Porque la verdad merece salir del pozo. Y porque el derecho no puede seguir mirando para otro lado.