por Lucas Gabriel Nagle.
El Gobierno nacional anunció la implementación de un régimen simplificado que permitirá a particulares importar vehículos desde el exterior sin necesidad de intermediarios, como concesionarios o terminales automotrices. La propuesta generó expectativas, sobre todo por la posibilidad de acceder a unidades a un costo hasta un 40% menor en comparación con el mercado local. Sin embargo, especialistas advierten que aún persisten barreras técnicas y legales que conviene conocer antes de iniciar el trámite.
La homologación: un requisito indispensable
Gabriel Salomón, director comercial de la empresa especializada en comercio exterior Jidoka, explicó que el proceso no es tan sencillo como parece. “Es fundamental que quienes quieran importar un auto cuenten previamente con la homologación del vehículo. Sin este trámite, no es posible traer el auto al país”, aseguró.
La homologación certifica que el vehículo cumple con las normas técnicas y de seguridad vigentes en Argentina. En ese sentido, Salomón agregó un punto clave: si el modelo que se desea importar corresponde a una marca que ya opera en el país, el trámite se complica aún más. “En esos casos, las terminales no entregan la Licencia de Configuración de Modelo (LCM), que es el documento emitido por la Secretaría de Industria y que habilita la circulación del vehículo”, detalló.
Expectativas frente a una nueva normativa
Desde la empresa Jidoka sugieren esperar la reglamentación específica del régimen anunciado. Se espera que el Gobierno publique una norma complementaria que defina con claridad los requisitos técnicos y operativos para particulares, incluyendo una posible verificación local del vehículo al ingresar al país.
“Es probable que se establezca un régimen de excepción exclusivo para particulares, con condiciones como la imposibilidad de vender el vehículo por un plazo mínimo de dos años”, anticipó Salomón. Además, señaló que este tipo de medidas podría generar resistencias por parte de las terminales automotrices, ya que podrían verse afectadas en sus niveles de venta y producción.
El caso de los autos eléctricos
Una de las opciones más atractivas es la importación de vehículos eléctricos, que actualmente pueden ingresar con arancel cero si cumplen con ciertas condiciones. Para eso, el primer paso es contar con la homologación europea, que podría facilitar el ingreso automático en el país. Luego, es necesario adherirse a los cupos establecidos por el Gobierno para acceder a los beneficios impositivos.
Acompañamiento profesional: una necesidad
Salomón enfatizó que, pese a la simplificación que promete el nuevo régimen, se trata de un proceso técnico que requiere asesoramiento especializado. “Estamos hablando de bienes registrables. Es indispensable coordinar con la delegación aduanera del Registro Automotor para poder patentar el vehículo. Esto no se puede hacer sin el respaldo de profesionales con experiencia en comercio exterior”, concluyó.
La posibilidad de importar un auto desde el exterior de forma directa es tentadora, pero todavía hay pasos importantes a tener en cuenta. No se trata solo de comprar un vehículo, sino de cumplir con requisitos técnicos como la homologación, y esperar a que el Gobierno termine de definir bien las reglas. Por eso, antes de avanzar, es clave informarse y contar con asesoramiento profesional para evitar problemas y hacer todo en regla.
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Excelente redacción