por Marta Valoy.
Escribo desde las puertas del desamparo,
desde el cuerpo atormentado,
desde un espacio brumoso
entre los escombros,
desde la inutilidad de las palabras
para cambiar el rumbo de las tempestades,
para detener una bala,
para evitar el hambre,
para salvar a un niño,
para impedir la avaricia,
la impiedad y el dolor.
Escribo desde las plazas vencidas,
desde una canción hecha cenizas,
desde las infinitas casas de lata y cartón,
entre los platos vacíos,
desde las esperas sin esperanzas,
del otro lado del amor.
Escribo por un pedazo de cielo,
por un pájaro salvado de la lluvia,
por si el hermano y el otro
y los otros,
por si el abrazo,
por una nueva rebeldía
en un corajudo piquete,
por la memoria, contra el olvido.
Por si no muero esta noche,
por si mañana vuelvo en la poesía,
a pesar de todo.