InicioArteSerie Usted está aquí

Serie Usted está aquí

Publicado el

“Muñeco de apoyo”

Por Hugo Robles Lama.

«La imagen como muñeco de apoyo sostiene muda sus mil palabras vacías»/Anónimo/ eslogan del tema en Spotify

Epílogo: La Paráfrasis como trauma y el remedio de la Red (transcripción del programa regional de NeuquenTV : “Trucadas”, del 29/11/2025, 19:30 horas).

(Aplausos. Pigliare se acerca al atril con una media sonrisa, un poco fatigado, y hace un gesto al público, ya no para pedir silencio, sino para prolongar esa suspensión que permite el acto de la clausura).

—Les agradezco. Les agradezco el esfuerzo, que es siempre el esfuerzo de la lectura, la única forma real de la crítica. Hemos pasado esta tarde, casi sin quererlo, por la zona más opaca del arte moderno: el problema de la copia, que es, simultáneamente, el problema del origen. Y lo hemos hecho a través de ese artefacto extraño, esa paráfrasis tanguera que circula ahora mismo, me dicen, en esos mecanismos que llamamos redes sociales, y que lleva el título irónico de «El Objeto transicional». Un título que es, en sí mismo, un acto de plagio teórico —Winnicott puesto al servicio de Discépolo—, y que nos devuelve, de manera casi perfecta, a la vieja dialéctica de Cambalache.

La Circulación del Trauma

—¿Qué sucede cuando se plagia un tango? El tango, lo sabemos, es el género de la traición por excelencia, el género que vive de su propia repetición, de su propia melancolía recurrente. Nadie puede decir que «Cambalache» sea original en el sentido romántico; es una suma de lugares comunes y de quejas históricas que Discépolo logra torcer en un diagnóstico moral. Pero esta nueva versión, esta «Paráfrasis,» hace algo más sutil, y quizás más siniestro. No roba la letra, roba el esquema de la queja.

La estructura es idéntica: la Constante del Trauma (el origen de la neurosis, la «separación del seno»), la Equivalencia Terapéutica (donde todo se iguala: «el peluche que la manta»), la Fusión (la mezcla obscena de lo sagrado y lo profano) y la Conclusión Amarga.

El plagiario (o el «paráfraseador») no hace más que actualizar la lista de lo que está manoseado. Si en 1934 era «Stavisky, Don Bosco y La Mignon» lo que se mezclaba en la vidriera, hoy es «Winnicott y San Martín», el concepto de la psicología infantil, elevado a la categoría de prócer y de mercancía. El plagio, en este caso, es la forma de la experiencia contemporánea: todo es Objeto transicional —un simulacro, un fetiche que calma la ansiedad de lo real—, desde el peluche hasta el gran profesor.

El Remedio de la Red

Y aquí la ironía se cierra. Esta paráfrasis que acusa la equivalencia de las cosas («Todo es igual, nada es mejor…»), se difunde y se consume precisamente porque es igual a su original. La red social, ese «merengue de lo externo y lo interno» en el que, cito, «vivimos revolcaos,» borra la diferencia entre el original y el remedio. La copia ya no es una falta moral, sino un mecanismo de supervivencia, un objeto cultural transicional que nos permite seguir nombrando el trauma de la historia, de la ausencia, de la pérdida del origen.

Al final, la «Conclusión Amarga» nos da la clave de esta melancolía: «Que a nadie importa si el objeto fue honra’o.» La ley del mercado (o la ley de la red) ha devorado la ley del arte. El acto de parafrasear se convierte en un acto de fusión, de confusión y, en el fondo, de verdad. Porque solo a través de la copia y la repetición —a través del plagio estructural de la forma— podemos seguir diciendo que «El siglo veinte, transicional, problemático y febril,» sigue siendo el nuestro. El plagio, entonces, no es la muerte de la tradición, sino su circulación necesaria, su último y desesperado grito transicional.

(Pausa. Pigliare bebe un sorbo de agua).

Gracias.

 

 

 

1 COMENTARIO

  1. .Es cierto que la terapia infantil se basa en usar representantes, juguetes para configurar un teatro significante para el que interpreta, (que afortunada simetria con el tango), los síntomas. La teoría no define cuando termina la terapia infantil, tal vez cuando se muere de viejo el paciente.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

últimas noticas

CAPITALISMO ROJO

Por José Mariano & Catalina Lonac. Toda época crea las palabras que necesita para sobrevivir. Walter...

El Carnaval de las Vanidades

Por Daniel Posse.  La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política. Francisco...

Estereotipos

Por Daniela López Testa. Aristóteles decía que el hombre era un bípedo implume. Esa definición...

La reconstrucción moral de la República

Por Fernando Crivelli Posse. Quien no es fiel a lo esencial, terminará traicionándose a sí...

Más noticias

CAPITALISMO ROJO

Por José Mariano & Catalina Lonac. Toda época crea las palabras que necesita para sobrevivir. Walter...

El Carnaval de las Vanidades

Por Daniel Posse.  La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política. Francisco...

Estereotipos

Por Daniela López Testa. Aristóteles decía que el hombre era un bípedo implume. Esa definición...