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Renovables en pausa: el futuro energético de Tucumán en manos de la Legislatura

Publicado el

por Gerardo Rodríguez De la Vega & Homero Terán Nougués.

Poner un panel solar en Tucumán podría quedar en un vacío legal, dado que esta última semana la comisión de energía de la legislatura le dió dictamen a un proyecto para derogar la ley 8.994 de generación distribuida por energías renovables. Derogar es, en pocas palabras, que deje de estar vigente la ley. Si hoy ustedes o nosotros queremos instalar un panel solar en nuestra casa, o nos ponemos de acuerdo en nuestro edificio para poner paneles en el techo, o si una fábrica quiere bajar costos generando su propia energía renovable, esa ley y su reglamentación es lo que tenemos que seguir para poder inyectar energía a la red.  Es decir que si se deroga la ley 8.994, no hay a qué atenerse para poder generar energía en nuestros domicilios o empresas y, en caso de tener excedentes, “vendérsela” a EDET.

Ahora bien, seguro que si le preguntás a alguno de tus conocidos si es “prosumidor” (ese usuario que le inyecta energía a la red a partir de lo que le sobra de su generación) apostamos que ninguno te va a decir que sí. La ley está vigente, pero la generación distribuida no es una realidad hoy en Tucumán. Punto a favor para derogar la ley actual, porque es parte del problema. El tema acá es saber si una vez derogada se va a sancionar una nueva ley, y si esa nueva ley va a ser parte de la solución o si seguiremos estancados como hasta aquí.

Lo que podés preguntarte hasta ahora es… ¿y para qué impulsar la energía distribuida en la provincia?, lo que se enmarca en una pregunta aún más general ¿Qué tiene que ver la energía renovable con Tucumán?

Entre tarifazos y mala calidad

Muchas dudas, pocas certezas hasta ahora. De lo que estarás seguro es que las facturas de luz vienen aumentando más que tu sueldo, o que los ingresos de tu comercio o industria. También estarás seguro de que los cortes de luz en el verano, y también el resto del año, te perjudican en tu vida diaria y en tu actividad laboral.

El razonamiento del Gobierno Nacional para justificar los fuertes aumentos que vemos en nuestras facturas reza que “si pagamos lo que de verdad sale la energía, entonces la calidad de servicio va a mejorar porque se harán más inversiones”. Sin embargo, ese argumento -por lo menos hasta ahora- es sólo una frase vacía o, como mínimo, una promesa incumplida.

Si abrimos un poco el panorama, y miramos la foto grande del sistema eléctrico de Tucumán, vemos que el transporte y la distribución de electricidad están saturados. Por eso los cortes y la mala calidad del servicio. Por eso también aparecen anuncios de “ahorremos energía”, a lo que habría que agregar: “para que no hagamos las inversiones necesarias” (por más que el aire esté en 24 grados, cuando hacen 45 grados a la sombra en verano todos prendemos el aire y el sistema no aguanta). Pero, al mismo tiempo, recién ahora las facturas de luz comienzan a reflejar un mayor porcentaje del costo real del servicio. Tarifazo de por medio, eso sí. Pero no hubo “mejorazo” del sistema. ¿Nos sentamos a esperar a que llegue alguna vez?

Malas noticias, se vienen más aumentos. No solo por la actualización de las tarifas para que no pierdan el ritmo frente a la inflación y otros factores, sino porque el gobierno ya avisó que actualizará el Valor Agregado de Distribución (VAD) según un índice que combine el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el Índice de Precios Mayoristas (IPIM); todo eso sumado a una anunciada reducción de los subsidios. Para el lector que sufrió la quita de subsidios en el último año, ya está viviendo una parte de lo que eso significa.

En algo estamos de acuerdo: todos estaríamos mejor pagando menos en nuestra factura, y sin cortes de luz o bajas de tensión constantes que dañan los electrodomésticos. Ahí es donde las energías renovables, y sobre todo la generación distribuida, entran en juego.

La Ley como incentivo, no como barrera

Con una buena regulación (mejor que la 8.994 que ya tenemos) y mejores incentivos podríamos transformarnos en prosumidores, y generar nuestra propia energía a partir de paneles solares, biodigestores, sistemas de generación geotérmica y las demás posibilidades que permiten las energías renovables; además, en caso de obtener excedentes, podríamos inyectarle energía a la red. Doble efecto, pagamos menos en nuestra factura y ayudamos a aliviar la saturación del sistema eléctrico provincial.

Dos cambios principales a la ley actual habría que introducir para mejorar las condiciones que hoy tenemos. Por un lado, hoy solamente se compensa lo que el prosumidor consume con lo que inyecta, y si algo sobra, recién ahí se le reduce su factura. Letra chica: el precio que te cobra EDET por darte la energía es bastante mayor que el que te paga por la que inyectás a la red. El resultado es obvio, lo que se reduce de factura es muy poco. Esto quiere decir que si estabas pensando en volverte prosumidor, sacando de tu bolsillo o pidiendo un crédito para empezar a generar tu propia energía e inyectarla a la red, con la ley actual se extiende mucho el tiempo en el que se recupera esa inversión. Lo primero que hay que modificar, entonces, es la remuneración a los prosumidores.

Ojo, esto no quiere decir que hoy no sea rentable generar tu propia energía. Con lo que viene aumentando la factura de luz, y más aún para grandes comercios o industrias, la relación costo beneficio ya es positiva. Aún así, la regulación que tenemos es más un ancla que un impulso.

 Sobra burocracia

Por otro lado, además de conseguir la plata y hacer la instalación, el trámite para volverte prosumidor tiene 17 pasos. Si miramos el decreto reglamentario, de 2019, todo se hace ante EDET, a quien además hay que pagarle por hacerlo. Dato adicional, buena parte del trámite hay que hacerlo en la sede de la empresa. Queda claro entonces que lo segundo que tiene que estar en la nueva ley de generación distribuida es facilitar el trámite y que no quede todo en manos de la distribuidora. ¿Quién podría intervenir en el trámite facilitando las cosas? La Secretaría de Energía de la provincia sería la respuesta más rápida. Tenemos un problema: el cargo de secretario de Energía en la provincia está vacante desde el inicio de 2024.

Como podemos ver, más que un incentivo nos encontramos con muchas barreras para que la generación distribuida sea una solución en Tucumán, como ya lo es en Córdoba o en Santa Fe. Una nueva normativa con visión de futuro, y la decisión política de incentivar esta alternativa (más allá de a quien pueda perjudicar en el corto plazo) son el martillo para derribar los obstáculos que acabamos de describir. 

Pensemos además que, con incentivos fiscales y acuerdos para créditos accesibles, no solo derribamos barreras, sino que le damos el empujón final para que sea una realidad. No se trata de inventar la lamparita, es solo cuestión de prenderla. Así las cosas, la pelota la tienen hoy los legisladores.

 

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