por Ernesto Caram.
La campaña limonera 2025 en el norte de Argentina arranca con un panorama incierto. Según estimaciones de la Estación Experimental Obispo Colombres de Tucumán, la producción en el NOA será un 10% menor respecto al año 2024. Sin embargo, sondeos entre productores y operadores indican que la caída podría llegar hasta el 20%.
En cuanto a la exportación de fruta fresca, se perfilan tres escenarios principales:
1.Rusia: La campaña ya inició con los primeros envíos rumbo a San Petersburgo. Aunque el volumen aún no es significativo, los precios de venta son similares a los del año anterior. Sin embargo, si las cargas se incrementan considerablemente se espera una caída en el precio de la caja exportable a medida que avance la campaña. No obstante Rusia sigue siendo el principal destino para el limón con problemas cuarentenarios.
2.Estados Unidos: El año pasado, las exportaciones superaron las 100.000 toneladas. Aunque comenzaron con buenos precios, el gran volumen enviado en 2024 provocó una caída considerable en las cotizaciones hacia el final de la campañas, generando en algunos casos pérdidas económicas para el sector exportador y productivo.
3.Unión Europea: Es el mercado donde se centran las mayores expectativas. Aun así, enfrenta la competencia de Sudáfrica (que ha acelerado sus envíos de limones en forma anticipada), sumado los desafíos de las enfermedades cuarentenarias como la cancrosis, la sarna y la mancha negra que limitarán la cantidad final a enviar a UE. A pesar de estos retos, se espera que Europa sea un mercado favorable en términos de precios.
En cuanto a la fruta destinada a la industria, la demanda de las fábricas en estas fechas, se enfoca en la fruta de descarte de exportación (que no cumple con los estándares para el mercado fresco). Los precios actuales pagados por la materia prima no resultan atractivos debido a los altos costos que debió incurrir el productor en las etapas de producción, cosecha y logística. No obstante, los productores esperan que en los próximos meses, al evidenciarse la menor producción, las industrias aumenten los precios para asegurar el abastecimiento.
En resumen, la campaña limonera 2025 ha comenzado con complicaciones o incertidumbre, pero se espera que, con el transcurso de los meses, la situación se aclare y tanto los mercados de exportación como la industria local reaccionen favorablemente en precios, ofreciendo un mejor panorama para los productores.