por Ana Petros.
Alocución disertada en ocasión de la presentación del libro Javier Habib, Una propuesta para el gobierno provincial: pragmatismo político, derecho liberal y filosofía aristotélica, Bibliotex, 2025. 3 de julio 2025, Salón Bolivar. Catalinas Park
Con un Gratìas Agere, expresión latina que se traduce como agradecimiento, se introduce este Libro, en referencia a quienes les dedica su escritura. Este sentimiento de gratitud es un Don. De ahí que el filósofo francés, Jean de la Bruyère, diga que “solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”
El autor, Javier Habib, dedica su investigación a sustentar la sostenibilidad de la Democracia a partir, desde luego y en primer lugar, a lo que le compete al Rol de un Gobierno, en general y en especial, en este caso, al de Tucumán. Decididamente coloca, para que sea efectiva esa función, en la procuración de la instrucción educativa, en la responsabilidad y en las virtudes.
Se apoya fundamentalmente en Aristóteles, ahondándolo y revitalizándolo con la actualización de sus ideas. Daron Acemoglu, Premio Nobel en Economía 2024 (turco-estadounidense), a quien se le preguntó qué profesiones no deberían ser reemplazadas por la IA, dijo, por ejemplo, la del maestro, dado que la enseñanza de capacidades y, fundamentalmente de virtudes, se transmiten con el personalismo. Lo que llamamos transferencia.
Han pasado siglos desde Aristóteles…. y el autor, Javier Habib, rescata de éste gran filósofo que será el pilar de sus reflexiones, justamente esta indicación: es decir un maestro contrasta en su enseñanza con la adquisición de información que se lograría con lA.
La presencia + la palabra + la empatía + la transmisión de la propia experiencia, nunca reemplazable, se hacen indispensables para la Educación y para la Ética, 2 pilares para avanzar en una sociedad democrática, que el autor supone en una política liberal. Sarmiento, quien más que Presidente fundamentalmente es el autor del gran desarrollo de la educación, y a quien no descuida ni por un instante Javier Habib, toma de un autor italiano, cuyo nombre confieso que nunca pude encontrar, el siguiente aforismo: Democracia es generar la mayor felicidad para la mayor cantidad de gente posible.
Podríamos preguntarnos, si en los gobiernos actuales del mundo, esto resuena en sus oídos como un Ideal.
Del otro costado, en la tercera parte de este ensayo, el autor se plantea rigurosamente cuál es el interés que se despliega en el ámbito de la ciudadanía tucumana. Para ello considera que si nos acercáramos a lo sugerido por Aristóteles, sólo con virtudes como la creatividad y la laboriosidad, los tucumanos podríamos prosperar en el camino de lo que él propone como filosofía liberal, donde todas las personas capaces gozan de los mismos derechos pero también de las mismas obligaciones, del sostén del trabajo duro, de la perseverancia, del pensamiento crítico, del auto-cultivo y de la búsqueda constante del progreso individual.
Por ello es que Javier Habib insiste tanto en la plataforma primordial: la educación, como argumento fundacional. Me gustó mucho el valorar este significante: lo fundacional es la creación antes que nada de un sujeto, no de un individuo, es aquello que viene de una generación, de una familia, de una escuela, de un discurso que lo marca desde su nacimiento que le evita la indiferencia, que le evita la tendencia a un individualismo, tan propio de la cultura actual. Lo funda como mucho más que eso, no lo funde en su perspectiva corta de un ideal que no lo impulsa de aquí para adelante en el horizonte de la vida, sino en la inmediatez. ¿Los jóvenes creen en una ideología, en un Sistema? ¿O solo escuchan la palabra de hoy que los convenza de alcanzar cuánto antes la satisfacción de sus intereses?
Quisiera hacer aquí una intromisión: para que haya ciudadanos y no individuos que suman al decir “somos tucumanos”, es imprescindible agregar los Ideales Simbólicos que contiene el significante TUCUMAN: ¿Qué señalaríamos con ello? Lugar de la Independencia, el más importante polo cultural del NOA, provincia cuna de Alberdi, de Roca, de Lola Mora, etc. Origen de la Universidad Nacional del NOA, Provincia de la primera Industria azucarera, etc.
Un ciudadano sin orgullo, sin estas evocaciones, sin narcisismos de pertenencia y con indiferencia, es el que ha caído en este sentimiento tan actual de estar descreído de los valores de quienes los enuncian en sus mensajes. Mensajes llamados vacíos en la medida de que aún quien levanta la voz enunciándolos, él mismo no los cree.
Este ensayo despierta a ser leído desde esta perspectiva, y por ello afirma que el escribirlo es ante todo un argumento fundacional. En uno de sus apartados hace un despliegue de dos de los movimientos políticos: el liberalismo y el socialismo. Al leer los principios declarados por cada uno, ¿alguien estaría en desacuerdo con cualquiera de ellos? Habib sostiene el paradigma pragmático: “No existe la mejor teoría política para todos los mundos posibles”. Muy cierto!
Pero ¿qué del poder en juego y las transgresiones a sus principios? Por ejemplo, algún gobierno de izquierda cumple con poner todo el capital económico al servicio de la sociedad entera, para el enriquecimiento de todos, como reza? ¿O finalmente lo hace para el beneficio y el bienestar de quién encarna al poder?
Un gobierno liberal, ¿es la excepción en este sentido, asegurando la ética y la moral de las que hablaba Aristóteles? El sistema liberal en sí mismo, ¿contiene los principios de hacer responsable al ciudadano de lo que le cabe, al provocarle su salida del otro sistema coagulado?
¿O será que por encima de estos dos Sistemas lo que prevalece fuertemente como efecto social, es la organización de la Masa, donde el populismo los invita a sus integrantes a seguir la voluntad de quien la dirige, sin derecho a la palabra propia? Por el contrario, los integrantes, terminan en una Masa a-comodados, cómodos en la indiferenciación.
El autor sostiene que en la Argentina se produjo un trasplante jurídico cambiando el estado intervencionista (digo, el de la Voluntad de un Otro) por un sistema de derecho que promueve lo contrario. Pero si tomamos el significado pleno de lo que es un trasplante, por ejemplo, el de un órgano-deviniendo de organismo: es extraer una cosa para implantar otra, esto exige un acto intervencionista e indiscutible de un médico y el estado de inconsciencia del paciente. En este caso de un trasplante jurídico, se trataría de contar, por el contrario, con la plena conciencia del ciudadano y que aceptando por elección la conducción de quien gobierna, no pierda su propia palabra y el derecho de distinguir si ése que eligió cumple con los fines de sostener la democracia. Esto sería estar en plena conciencia y no renunciar a ella. Estos equívocos son la causa fundamental del por què advertimos, a quienes nos interesa profundamente, que la Democracia está en peligro y en decadencia en el mundo: porque también está rezagada y en pérdida la eficacia del ciudadano para defender sus derechos a causa elegir el autoritarismo. Respecto al derecho que le cabe y que descuida, el autor trabaja ampliamente el concepto citando a Kant (1724-1804) y a Kelsen (1881-1973). Además de la rica lista de autores a los que refiere.
Me pregunto: ¿Es que el ciudadano no habría completado el circulo de su identidad para ubicarse en el lugar de sus derechos, por ser hijo de inmigrantes con una extranjeridad no resuelta? ¿Es que aún sigue siendo un habitante sin Patria propia?
Ahora bien, hay otra explicación psicológica para esa posición sostenida desde ambos lados: Gobierno y Ciudadanía.
El movimiento de la Masa que constituye un ejercicio de la mayoría en nuestro país, pareciera necesitar de un padre autoritario, poderoso. Habib se apoya en el legado perdurable de Irigoyen y Perón quienes sostuvieron la ilusión de la Masa, a quien podemos escucharla imaginariamente dirigirse a aquél: “Vos puedes y debes hacerme feliz, darme todo lo que necesito”. Coincido entonces con el autor en el cariz sentimental del que habla, con el que se envuelven y nos envuelven los líderes paternalistas. Este no es exclusivamente un posicionamiento argentino, es el lugar psíquico del sujeto en cualquier parte del mundo, en relación a la demanda temprana en su niñez de un Padre, de estas características. Se trata de una posición estructural devenida de la infancia en la que no todo niño le disculpa al padre sus incapacidades o sus límites. Con toda injusticia un niño demanda un padre héroe, superlativo a quien no le disculpa no serlo. Y, del lado al que se le dona con el voto el Pater-Poder, también rápidamente, entra en la fascinación de creerse ser aquél a quien él también aspiraba.
O sea que la reivindicación ilusoria de ése que se esperó encontrar tempranamente en la niñez, aguarda en su interior hasta encontrar donde corporalizar ese anhelo y ¿quién mejor que un Presidente, un Gobernador? La falla humana es no aceptar que la Ley que pone un basta a cualquier exceso, cae para todo sujeto sea presidente o un común ciudadano. El verdadero progreso ha sido esencialmente fruto de las minorías educadas y de la élite intelectual, pero también de quienes no desconocen la naturaleza y la importancia de la influencia de las masas. Y en este caso, solo se entienden los fenómenos de la psicología individual cuando se la extiende al campo social. Y es así que podemos explicarnos el nacimiento de los Tiranos como de los Totalitarismo.
La propuesta que el autor trae de la mano de Kant en La Ilustración, (SXVIII) es muy oportuna y acuerda con la condición primordial para salir del sometimiento como de la indiferenciación propia de la Masa: “iluminar la mente humana con la razón. Es animarse a pensar por uno mismo”. Dado que el ánima traducida como el espíritu, la psique, como la considera Aristóteles, es el principio vital que anima a los seres humanos. Tener ánima es lo contrario de un individuo de la Masa que no razona, sino que actúa según el deseo y lo que dicte aquél a quien entrona como su Amo.
Dicho todo esto, entonces…
El autor se pregunta y se plantea, si está preparada la ciudadanía argentina para vivir bajo las normas de un derecho liberal. Rápidamente declara su pesimismo en lo que respecta a Tucumán, lugar que él conoce en tanto lo habita como ciudadano. Porque más allá de la dedicada educación, si la hubiera, es la identidad social lo que habría que interrogar. ¿La ha adquirido? ¿Contiene esa predisposición anímica de la que habla Aristóteles?
Me gustaría recordar que la Ética está dedicada a su hijo Nicómaco. El fin último del ser humano lo señala en la eudaimonìa que significa la felicidad y el florecimiento humano, el poder de la virtud, el buen espíritu y el hábito en la vida humana. Aristóteles ya afirma en este magnífico ensayo que no hay destino de bien para un sujeto sin la función de un Pater que marque con esos principios el camino, como él lo hizo con su hijo Nicómaco.
El autor Habib, hace un gran reconocimiento al grupo de intelectuales con tanta influencia en esta provincia y tal vez de alcance internacional:
La generación del Centenario, la Fundaciòn Miguel Lillo, la Universidad Nacional de Tucumàn. Como así también la influencia extranjera que tuvimos con intelectuales, destacando el magnífico escenario en un Tucumán que ávido de cultura les ofreció su respeto e interés para que proyectaran su enseñanza, que sin duda fue exquisita (leer por favor, esta larga lista citada).
Escribir este libro es haberse hecho cargo de la responsabilidad que le cabe de dar cuenta de quién es y de dónde es ciudadano, con la esperanza de devolverle a Tucumán su origen de grandeza. En definitiva… da cuenta, seguramente, de la deuda que tiene respecto a su padre que marcó en su educación, un destino moral y ético.
Recomiendo la lectura de este ensayo especialmente a los jóvenes que se forman en el periodo de la escuela secundaria tanto como a los universitarios. Y para los mayores, nos refresca la memoria de la responsabilidad que nos cabe. De fácil lectura y de necesario interés en cualquier formación.
Para finalizar.
En este tiempo donde de un lado del mundo se debaten en las guerras seres ¿humanos?, dan cuenta de que ni la razón ni la virtud ni la educación pueden con las pulsiones más destructivas e imparables, de las que este ensayo no puede ocuparse. Y que son inútiles estos valores como propuestas para gobiernos de esas tierras.
Esto nos hace valorar mucho más la noche de hoy como el país donde, al menos muchos, vivimos como ciudadanos. Y teniendo el tiempo de venir para escuchar, hoy, las esperanzadoras propuestas de un autor que tiene antes que nada la paz, alabado tesoro, para sentarse a escribir y reflexionar, porque esas pulsiones terribles no nos acechan!
Buenas noches.
3 de Julio 2025. Hotel Catalinas. Fundación Federalismo y Libertad.
San Miguel de Tucumán