por Nicolás Gómez. Corredor Inmobiliario.
La reciente nota de Carla Quiroga publicada en el diario La Nación arroja luz sobre uno de los temas clave de la coyuntura económica argentina: el efecto del levantamiento del cepo cambiario sobre el mercado inmobiliario. Según Quiroga, los primeros indicios apuntan a una reactivación palpable: en marzo de 2025, los precios de las propiedades en CABA aumentaron un 8,8% interanual —la mayor suba desde 2018— y las escrituras se dispararon un 94% respecto de febrero del año anterior.
Aunque algunos actores del mercado esperan un breve período de enfriamiento por la volatilidad cambiaria, el consenso general es que el sector se encuentra ante un nuevo ciclo ascendente, con el regreso del crédito hipotecario, el interés de inversores extranjeros y un potencial ajuste al alza de los precios de inmuebles aún “baratos” en dólares.
Para el economista Federico González Rouco, esta es una “revolución silenciosa” que vuelve a dar previsibilidad a un sector que, históricamente, funciona como refugio de valor ante crisis recurrentes. También se destaca que, con reglas claras, podrían volver al país fondos institucionales y desarrolladoras internacionales, como ya lo muestra el interés del grupo brasileño Safra y capitales chinos en proyectos de alta gama.
Reconfiguración del mercado inmobiliario post-cepo: escenarios de oportunidad para Tucumán
1. La salida del cepo: más que un cambio de reglas cambiarias
Lo que está ocurriendo no es simplemente una flexibilización cambiaria. Se trata de una transformación estructural del régimen económico, que redefine las reglas de previsibilidad, inversión y financiamiento. Al eliminarse el cepo:
- Se libera el flujo de capitales hacia y desde el país.
- Se habilita la repatriación de dólares y mejora la liquidez en operaciones inmobiliarias.
- Se normaliza el uso del dólar oficial como referencia de valor, lo que otorga coherencia a los precios de lista, cierres y escrituraciones.
En consecuencia, el mercado de bienes raíces —que estuvo “congelado” por la falta de confianza— reacciona primero y más rápido que otros sectores, como la industria o el comercio.
¿Qué implica esto para Tucumán? Una lectura provincial
Desde nuestra perspectiva, el levantamiento del cepo no solo impactará en el AMBA sino también en provincias como Tucumán, donde el mercado inmobiliario estuvo prácticamente paralizado durante los últimos cinco años por la falta de crédito, la brecha cambiaria y la incertidumbre regulatoria.
En nuestra provincia:
- La tierra sigue siendo barata en dólares, con m² urbanos valuados muy por debajo de los picos de 2017.
- El reacomodamiento del tipo de cambio podría impulsar desarrollos en zonas como Yerba Buena, Tafí Viejo y El Cadillal, donde el potencial de valorización es significativo.
- El turismo en alza, especialmente en los Valles Calchaquíes, podría estimular inversiones en propiedades para renta temporaria y proyectos mixtos (comercio + vivienda).
- La reactivación del agro por mayor previsibilidad cambiaría puede redirigir excedentes hacia el ladrillo, especialmente en el segmento residencial premium y de galpones logísticos.
Pronóstico para Tucumán:
- Incremento de entre el 10% y el 15% en precios de inmuebles urbanos en 2025, con foco en propiedades de 1° y 2° categoría.
- Crecimiento del crédito hipotecario UVA en bancos públicos y cooperativos locales, si la inflación cede.
- Repunte de nuevas obras privadas hacia fin de año, especialmente si se estabiliza el dólar y bajan los costos de construcción en términos reales.
La salida del cepo marca un punto de inflexión en el mercado inmobiliario argentino. En palabras de Carla Quiroga (La Nación), este nuevo ciclo combina expectativas renovadas, certidumbre y acceso al financiamiento, y posiciona al ladrillo nuevamente como “refugio de valor”. Para Tucumán, esta puede ser la oportunidad de salir del letargo inmobiliario de los últimos años, si se dan las condiciones macroeconómicas y locales necesarias