por Roberto Bolaños.
I
Todo de pronto existe más allá del ojo azorado, entre espesos
eucaliptos ribereños
y aguas que arrastran cartones de leche y rosas.
Una cama que respira ya no es paisaje fotográfico ni acuarela
colgando sobre las llamas
sino cama que respira, profunda,
grave como la vida misma: péndulo
que se derrite sobre los llamas.
Inútil que un par de ojeras
lánguidamente te contemplen si el cuarto
está oscuro
si la tierra se oscurece, si el maravilloso sol durazno se desinfla
como clarinete ejecutado por un leproso ya sin fuerzas.
Miras el Océano Pacífico y a unos niños enterrando botellas
en la arena cubierta de estrellas marinas. Todo de pronto existe.
Todo de pronto se pesa en la espalda.
En el horizonte se proyectan las pinturas de Altamira.
Todo nace en el corazón como de la nada nace el gusano en el corazón
de la manzana.
Todo un arco que se rompe, una flecha disparada, sola en el viento,
asombrada,
entre tanta geografía y arco iris crepusculares, huérfana abyecta
que se ensarta
en el pecho de un árbol
que da sombra a la comida de tres borrachos
que arrojan al río / cartones de leche y claveles.
De pronto existe más allá del ojo la pestaña. Espesos eucaliptos
ribereños que las aguas arrastran.
Fin del mundo o cataratas. Carabelas a la vera de la vida. Todo
existe más allá de pronto.
Lejos de los témpanos donde se curte el cuero. Lejos de los pámpanos
donde la piel se suaviza.
Cuero y piel para el tambor de medianoche que toca un niño demente.
De pronto más allá. ¿Es el mundo la Rosa de los Vientos?
Amarga camanchaca que nos hace toser. Por decir algo. Por no
enrojecer de vergüenza
delante de tanta vida, de tanta existencia.
End of the world or waterfalls: Cristóbal Colón
más ilusionado que una niña, atraviesa la franja de fuego en una
camioneta, a la hora que desaparecen las últimas estrellas.
II
“En el borde de una cama de latón
una muchacha rubia se pinta las uñas de azul
mientras las luces de la madrugada entibian
los vidrios sucios de su única ventana.
El agua corre en el baño
y su mesa de noche es una naturaleza muerta
de algún primitivista neoyorkino.
Mientras en la radio tocan una marcha fúnebre
ella se sienta frente al espejo.
Descansa el cuerpo del presidente en un patio de cemento.
Sus aves cantan en las alamedas,
arrasan con los jardines.
El telégrafo da a las capitales del mundo un retrato con los labios partidos
sangre negra en las solapas de su sobretodo abierto.
Y en los salones las damas de dejan apretar un poco más
por los transpirados caballeros.”
III
Todo de pronto existe entre las verduras y las moscas de los
mercados en ruinas.
El abandono consumado es más real que tus gestos consumados.
La noche chilla.
Un marinero borracho te dice Lord, te dice cocaína. Busca el
nombre de una calle entre la niebla,
buscas un número, una aldaba con forma de mano cercenada.
De vez en cuando los faroles nos muestran tu figura. El rostro
se te crispa
y sécanse las lágrimas alrededor de tu nariz que brilla.
Tu cabello me recuerda un animal, una película de Tarzán, el
primer acto sexual.
La gomina de tus patillas a Valentino.
Tu olor acidulado se confunde y mimetiza con la gelatina
de los alimentos podridos.
Eres un bolero consumado deambulando por los cerros.
Eres una máscara, el aborto de un tango, contemplando las luces
del puerto.
Todo de pronto se hace lento. Acontecen en tu mente las galaxias.
Una sirena te invita una cerveza.
IV
Fin del mundo o cataratas en los ojos azules que recorren
las fisuras de una habitación.
Fin del mundo y dedos multiplicándose en las arrugas de su rostro.
Fin del mundo o carabelas 30 nudos hacia el S.O. florido;
el viento que las impulsaba brotaba de los hinchados carrillos
de Eolo
“sus fruncidos labios rosa”
la saliva que caía del cielo era bebida por marinos desnudos.
Y Cristóbal colon escribió en su diario: temo que cunda el pánico,
la mariconeria.
una clase de muchachos desertores,
una generación desnutrida y depravada,
que lentamente invadía los autocinemas,
con cadenas,
y sienes ardiendo como brasas,
y mejillas mas pálidas que una rosa blanca.
Pero “el seno de la reina católica nube alba en los esplendores
De los campos castellanos”
Aquella tarde una visión del jardín oculto:
Huesos de Bestia, bajo el manzano, reposaban suspendidos entre
La hiedra.
La contradicción, una quietud bárbara taladrando capiteles rococó,
Un canto grabado en la podredumbre del desierto:
El febril latido de la vida se te presentaba con dinamicidad
antropofábica,
Y una niña era el signo del silencio.
Si Huidrobro te hubiera visto entonces
capitán de carabelas a la vera de la muerte.
un ojo azul, un ojo, un ojo azul. Una sirena en el muelle con
un jarro de cerveza negra.
Arco iris como pájaro echaban a volar
y que universo
si alguien con las uñas te hubiera levantado los parpados,
amor, la vergüenza, la culpa, el ninguneo, se alejan con buques
en zoom-back por el océano, para siempre.
V
quien sostuvo en la siniestra el corazón negro de la muerte
quien paralelo a los canales invento la inmóvil muerte
quien beso para Cristóbal estampado en la aventura
quien el azoro la incertidumbre el viento
como volar de abejas tras el jardín de bugambilias sangrientas
que era él
Y se movía. Y que caderas.
Y moscardones chapulines saltamontes
entre sus huellas,
como en un ajedrez de locos que delineara un gusano de seda
y su paciencia extinguida
y flores ferozmente prendidas entre sus dientes:
Rubor en las mejillas de cerveza;
“alba nube el seno”.
Y era él, con el agua bailándole alrededor de las tetillas,
ríos erosionados y terribles
la comisura de sus labios
Que enfilaban a la noche con un leve fruncimiento.
Quien sintió en cada poro los latidos del negro cotidiano corazón de la muerte
quien paralelo a los canales y al desierto creo la muerte ardiente
y era él,
con las nubes hasta el cuello y llorando
Y eran sus nudillos que golpeaban mis experiencias con la distancia
y el desconsuelo de.
Quién, quién.- ¿el corazón de piedra?
y el desenfrenado volar del tordo nos cierra los ojos.
Y el corazón de piedra que canta por el camino de los inventos,
estremécenos.
VI
Un niño es el árbol de la Revolucion
Tlayecac Huitzililla Amayuca Amilcingo Huazulco
¿Y que hacias en Morelos acodando en un viejo Dodge?
Nepantla Jumiltepec Xochicalco Yecapictla Metepec Tetela del Volcán:
Ruta 64, lunes. ¿es que era una manera de cabalgar?
y en la carretera de amayuca a Cuautla el volcán de la volcana
transformaban
los últimos rayos del sol en juego de durazno
y gotas de miel resbalaban por la nieve.
Quizás el Lazarillo de Tormes tenía una bufanda de rayas rojas
Que el viento alborotaba
- Cómo te llamas
- Cristóbal
El poeta es el loro, el poeta es el Mono, el poeta es el Lagarto.
Y el espacio de mi mente se pobló de planetas que cantarón:
Flores para comer, flores violetas que el viento arrastra.
Reconócense los desesperados en la noche y se abrazon.
Mi sueño es una música que se reconoce en la aventura.
La felicidad no la humillación.
Vi niños de pueblos prehistóricos decirme buena suerte con las
Manos levantadas
o pedirme un agua de soda mientras el camión de refresquerías Lulú
Se perdía entre el sol del camino, inexorablemente.
Pequeñísimos volcancitos a la orilla de la vida.
Arbolitos delicados a la orilla del azoro.
Porque hoy el corazón reposa, duro y profundo,
en la lengua de los monstruos.
VII
Oh, haber bebido miel en donde nació Sor Juana Inés.
Un niño florece como tuna.
Una niña recoge margaritas y se las pone en el pelo
y su sonrisa es un fruto
blandito y miserable.
¿y que hacías en Morelos recostado en un neumático
comiendo tortillas con frijoles?
¿y qué hacia el Lazarillo de Tormes en un pueblo mexicano
sino florecer?
¿Y de que pozo surge la voz, de que figura la tormenta,
de que nebulosa el amor?
Árbol de la Revolución.
Pueblos con nombres de Amor.
Zeus y Atenea fornicando bajo el polen del corazón.
tu seno que es chiquito apunta al este.
de tus manos en jarra colgaban serpientes.
y el pelo te cubría el rostro como diosa egipcia impúber.
tu tiempo el rostro de la masacre.
hasta que el viento.
y margaritas en tu pelo.
VIII
¿Por qué la noche nos encuentra
extendidos en una alfombra persa
soñando nuestra música
soñando nuestros poemas?
¿Quién bebió la miel?
¿Y quién abomino del esplendor una mañana de humo y sudor?
¿Era la realidad una viejísima poeta
clavando sus ojos verdes en la plaza de mi imaginación,
o desorden en los sentidos?
End of the world or waterfalls
Venus! Inmortal! Child of jove
Who sitt´st on painted throne above
es decir: fumamos cigarrillos de maíz
escuchando la luna
contemplando los grillos
pero la vida pasa dijiste
y nos da con sus caderas
le decían “Mancha de Sangre”
sin embargo su novia
era Atenea
manos y besos verticales
labios abiertos en vano
pero embellecían el paisaje
pasado y presente un llamado seco en el portón del amor
Pero
¿Nada más?
todo de pronto nace y entre la maleza húmeda
unos ojos de oro se abren
todo de pronto cobra substancia y aparece
de pronto los puntos y tan fugaces, las línea
irremediables y la lucidez que arde
pero tu visión de la geometría era una princesa egipcia
fornicando entre pieles y frutas. Nostalgia
de una edad indefinible:
el canto de la piedra en los metales
de pronto todo y tan fugaz
¿era una manera de cabalgar en los hombros de la historia?
ya nunca más conversaremos y tiritan
nuestras manos en los bolsillos
¿era una manera de ser destrozado por el viento
y si sí cómo?
IX
Vienen danzando por la colina el loro que habla, el mono que
gesticula, y el lagarto que mira y sobrevive,
descubrirte es tener el alma como esponja seca
Y estrujarla hasta el fin del mar o el comienzo del mundo:
así, arde un mapa en los sueños de un niño;
arde una casa en una nube que arde.
Solo veo tu sonrisa como un arco iris blanco sobre los
manicomios.
¿Es que estoy solo?
si te amé yo no puedo estar solo; todo perdura.
¿si te ame por qué enumero las camas donde hemos fornicado?
Y el fin de la mar no está en los náufragos,
ni en los faros solitarios como aerolitos solitarios,
sino en los pobres bañistas alborozados
- Piel negra bikini, pezones mordidos y tostados –
y en una muchacha, sentada en la arena, descansando.
Y amor golpeara tu puerta y veras navegantes remando
en los canales de tu corazón.
¿y el trompo de la libertad bailara en tu vida en tu uña?
¿y si no te amo porque enumero las camas donde hemos fornicado?
y el amor vendrá con Lucha de Clases
en un punto decisivo
¡Bang, bang!
De la infrarrealidad venimos, ¿a dónde vamos?